Nota conceptual

I. Contexto

Conforme a sus mandatos y en atención a los debates existentes sobre el impacto de las tecnologías digitales en el ejercicio de los derechos humanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) se han enfocado particularmente en promover las garantías a la libertad de expresión en los espacios digitales, monitorear posibles limitaciones y alertar sobre los posibles vínculos entre el uso de discursos estigmatizantes en línea y acciones violentas contra ciertos grupos.

Los principales desafíos identificados se relacionan con el deterioro del debate público, evidenciado en el aumento de la violencia digital y física contra ciertas personas y grupos de personas que ejercen su derecho a la libertad de expresión, la desinformación deliberada y la falta de adecuación de las políticas de las compañías privadas conforme a los principios democráticos y de derechos humanos.

Entendiendo que internet es un instrumento indispensable para el ejercicio pleno de los derechos humanos, entre ellos la libertad de expresión, libertad de asociación y otros de carácter económico, cultural y político, se requieren acciones positivas para facilitar las condiciones de acceso, uso y aprovechamiento. Ello incluye un enfoque transversal que atienda las carencias y vulnerabilidades particulares de grupos históricamente discriminados, así como de la constante innovación tecnológica y los alcances de la misma.

En este sentido, la CIDH ha encomendado a la RELE adelantar un diálogo interamericano multisectorial relacionado principalmente con tres ejes temáticos:

  • Deterioro del debate público
  • Alfabetización digital para el desarrollo de habilidades cívicas
  • Compatibilización de las políticas de moderación de contenidos respecto a estándares de derechos humanos.

Durante las distintas fases del Diálogo, la RELE abordará cada uno de los ejes temáticos a partir de dos enfoques del ejercicio del derecho de libertad de expresión por usuarios de internet: el primero, a la luz de aquellos usuarios que acceden a información y el segundo, desde aquellos que producen contenido; ambos enfoques requieren un abordaje particular en cada uno de los ejes temáticos de acuerdo a sus necesidades.

Esta nota resume lo que se entiende por el deterioro del debate público. Ella también apunta – no exhaustivamente – temáticas y sub-temáticas para facilitar esta discusión.

II. Definición

Cuando nos referimos al Deterioro del debate público hablamos del surgimiento de todo tipo de injerencia intencional que dificulta o impide a las y los ciudadanos ejercer su derecho a recibir información de diversas fuentes y, por tanto, obstaculiza la participación en las decisiones democráticas, como procesos electorales, o formulación de políticas públicas y leyes. (“Guía para garantizar la Libertad de Expresión frente a la desinformación deliberada en contextos electorales”, Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, 2019.)

Es importante considerar que la libertad de expresión no prohíbe sino que ofrece cierto margen de amparo frente al discurso que pueda calificarse como erróneo y equivocado, independientemente de las responsabilidades ulteriores que puedan aplicarse. Es una obligación del Estado mantenerse neutral y promover iniciativas que hagan de internet un espacio saludable para el ejercicio democrático sin que ello se entienda como un permiso para modular el debate público.

III. Categorías y subcategorías

Para analizar los principales elementos que influyen en las condiciones del debate público, se propone hacer un desglose partiendo desde los dos enfoques principales de usuarios de internet: quienes acceden y son destinatarios de información (“destinatarios”) y quienes crean contenido (“creadores”). Esta distinción se hace a sabiendas y atentos a que por la naturaleza misma de internet las personas alternan entre roles de creadores y destinatarios en sus múltiples y distintos usos de la tecnología.

Dentro de cada enfoque se encuentran categorías que facilitan la comprensión de los elementos que influyen en el debate público y que pueden comprender:

  • Acceder: cuáles son las condiciones para (a) acceder a la información necesaria para formar opiniones propias o (b) contar con los insumos necesarios para participar del debate público. Esta categoría incluye la facilidad de acceso a nivel técnico, las intervenciones indebidas que pretenden manipular el tipo de información a la que se accede, y la calidad y confiabilidad de la información.
  • Proteger: discursos particularmente protegidos por el derecho a la libertad de expresión, así como elementos complementarios que fomentan el debate público, incluyendo la protección a la integridad física y digital de quienes participan.

Estas categorías y subcategorías no son exhaustivas sino que podrán ser complementadas durante el Diálogo de las Américas:

Categorías
Subcategorías
Acceder
Conectividad significativa
Neutralidad de la red
Acceso a la información pública
Acceso a información sobre candidatos de elecciones
Posibilidad de acesso a distintas fuentes de información (e.g. para evitarse “filter bubbles”)
Proteger
Discurso político y sobre asuntos de interés público
Discurso sobre funcionarios públicos en ejercicio de funciones o candidatos a puestos públicos
Discursos que configuran elementos fundantes de la identidad o de la dignidad de las personas
Privacidad de las comunicaciones y protección de datos personales
Descriminalización de expresiones legítimas (artículo 13.2 Convención Americana de Derechos Humanos)

IV. Desafíos

Cada uno de los tres ejes temáticos del Diálogo de las Américas presenta desafíos en particular para su abordaje. Esto no significa que son las únicas problemáticas vinculadas con el uso de internet y otras tecnologías, sino que son temas que deben analizarse para la construcción de propuestas de acción integrales y sostenibles en el tiempo. 

Esta división es artificial y podrá cambiar durante el Diálogo de las Américas, pero su intento es cubrir los desafíos ya documentados por la CIDH/RELE.

Con relación al deterioro del debate público, estos desafíos se dividen en tres grandes categorías: políticos/legales, técnicos y sociales.

  • Desafíos de naturaleza política/legal comprende aquellos relacionados a una acción del Estado y organizaciones en posición de poder para influir sobre reformas legislativas para el favorecimiento del debate público, acceso a la información pública y protección de datos personales; incluye también voluntad política para el respeto y no criminalización de la libertad de expresión y el establecimiento de alianzas para la ejecución de decisiones políticas. 
  • Desafíos de naturaleza técnica incluye aquellas necesidades de refuerzo a las medidas de seguridad y a la protección de la información y el ejercicio de la libertad de expresión en entornos digitales. Sobre estos retos tienen influencia tanto los Estados, las instituciones públicas o privadas que toman decisiones sobre políticas y herramientas internas para la difusión, procesamiento, el análisis de discursos y los algoritmos para fomentar la diversidad de voces en el espacio cívico. 
  • Desafíos de naturaleza social comprende los vectores que pueden acelerar el deterioro del debate público. Líderes políticos, partidos políticos, influenciadores de opiniones o conductas en redes sociales, medios de comunicación y ética pública de las voces de referencia. Sobre otros ejemplos de este tipo de desafíos se profundizará durante el diálogo.

Retos de carácter económico y cultural también son reconocidos y afectan de forma transversal a las tres categorías previamente identificadas.

Naturaleza
Ejemplos de desafíos
Política
La relación entre el sector público y el privado:
– El poder e independencia de las plataformas y medios de comunicación para tomar decisiones que impactan el discurso público.
– La capacidad (tanto basada en normas – leyes y reglamentos – como basada en la aplicación) del Estado para hacer que el sector privado rinda cuentas.
Los tiempos de procesos institucionales, normativos y judiciales, comparados con el dinamismo de internet.
La creciente criminalización de conductas en Internet.
Técnica
El alcance e impacto del anonimato.
Las herramientas para el análisis discursivo, su funcionamiento y las bases de datos y algoritmos empleados por ellas.
La forma en que los datos personales son gestionados, y si la política en la que la gestión se basa es transparente y comprensible.
La elaboración de políticas de moderación de contenidos, y los procesos para su aplicación.
Las herramientas para potenciar la diversidad de voces en el debate público.

Bibliografía básica

Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 2013. “Libertad de Expresión e Internet.” https://www.oas.org/es/cidh/expresion/docs/informes/2014_04_08_Internet_WEB.pdf

Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 2017. “Declaración Conjunta Sobre Libertad De Expresión Y «Noticias Falsas» («Fake News»), Desinformación Y Propaganda.” https://www.oas.org/es/cidh/expresion/showarticle.asp?artID=1056&lID=2.

Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 2017. “Estándares para una internet libre, abierta e incluyente.” https://www.oas.org/es/cidh/expresion/docs/publicaciones/INTERNET_2016_ESP.pdf

Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 2019. “Guía para garantizar la Libertad de Expresión frente a la desinformación deliberada en contextos electorales.” https://www.oas.org/es/cidh/expresion/publicaciones/Guia_Desinformacion_VF.pdf.